Jugar la estrategia correcta en el river

Apostar en el river es diferente en comparación con las rondas de apuestas anteriores debido a que su mano actual no tiene más posibilidades de mejorar ya que no vienen más cartas. Cuando considere apostar la carta del river, hay numerosas cosas que debe tener en cuenta antes de comprometerse con una apuesta o quizás determinar la mejor manera de avanzar la mano – la estrategia adecuada en el river es esencial para maximizar el tamaño del bote además de reducir las posibilidades de perder dinero.

Con una mano mediocre, siempre es mejor intentar llegar a un showdown lo más barato posible. Piense en la mano de su oponente: ¿jugó como si tuviera una mano fuerte o parece que está empatando? ¿Le ayudó la carta del river o fue una carta que le dio miedo? En resumen, ¿crees que podría retirarse con una mano que te gana? Y si apuesta en el river, pregúntese con qué tipo de manos podría hacerlo, y si usted puede ganarle a esas manos.

Cuando esté seguro de que tiene las mejores cartas o incluso las locas, lo mejor es hacer una apuesta de valor del 30-50% del bote. Una apuesta modesta podría ser mucho más lucrativa en este escenario, después de todo, quiere que él iguale con una mano peor. Si se retira con una mano peor, usted ha ganado el bote, pero ha ganado menos fichas y eso no es lo que quiere conseguir.

Cuando no esté seguro de quién tiene la mano más fuerte después de la carta del river, una buena opción es pasar. En el póquer, el objetivo de su estrategia de ganancias es siempre maximizar los beneficios y, al mismo tiempo, intentar minimizar las pérdidas; esto no se puede conseguir si apuesta con manos marginales. Pasar no se considera una jugada débil cuando se hace en las situaciones correctas, y jugar una mano débil en el River sería una de estas situaciones. Siempre es importante tener el mayor conocimiento posible de la mano de su oponente. Esto sólo se consigue prestando mucha atención a sus patrones de apuesta y tratando de identificar sus cartas después de que se dé la vuelta a cada carta común. Al analizar todo, si está bastante seguro de que su oponente igualará una apuesta y usted sólo tiene una mano marginal, lo mejor es que pase.

Y, por último, si está en posición (último en actuar) y su oponente le pasa, sólo debería apostar si está seguro de que tiene la mejor mano Y su oponente está dispuesto a pagarle con una peor. La peor jugada sería apostar con una mano marginal en una situación en la que su oponente sólo igualará si le ha vencido.